Las malas hierbas son eliminadas con herbicidas. Son productos fitosanitarios que sirven para impedir el desarrollo de las hierbas perjudiciales que crecen en un terreno que esté cultivado o próximo a cultivarse, aunque también pueden aplicarse en terrenos perdidos o solares (patios, lindes, regatos,..). Las malas hierbas son indeseadas por el hombre y casi todas tienen características similares, siendo la facilidad de extensión una de las más notorias.
Un herbicida puede ser químico o no. Actualmente, el control químico es una de las principales herramientas de la agricultura moderna, debido a su efectividad. La intervención de la maleza en los cultivos causa pérdidas en la productividad, en la calidad de las cosechas y en las prácticas ejecutadas para su control, incrementando los costos de producción.
PARA QUÉ SIRVEN LOS HERBICIDAS
Los herbicidas son usados extensivamente en la agricultura, zonas industriales y áreas urbanas, porque manejados adecuadamente, controlan eficientemente la maleza, con una considerable reducción de gastos.
Los herbicidas protegen los árboles frutales de maleza para que no afecten al desarrollo del propio árbol y eliminan malas hierbas alrededor de la huerta.
Para la selección del herbicida a emplear, hay que tener en cuenta la fase del cultivo, el estado y espécimen de la maleza que se quiere tratar, e igualmente las peculiaridades físicas del suelo.
Los herbicidas se encuentran en el mercado en fórmulas sólidas o líquidas, dependiendo de los ingredientes activos y de su forma de aplicación.
RECOMENDACIONES PARA LA SELECCIÓN DEL HERBICIDA
Para la selección del herbicida, en primer lugar, es necesario identificar la mala hierba que queremos eliminar y elegir el herbicida en función de donde esté. Es necesario leer, entender y seguir las indicaciones del fabricante, poniendo especial atención a su preparación y aplicación. Obedeciendo al pormenor las dosis sugeridas en la información provista por el mismo, se evitarán los efectos contraproducentes.
Al tratarse de herbicidas, se debe tener en cuenta, que son productos químicos y, por ende, hay que tener mucho cuidado cuando se manipulan, se aplican y se almacenan.
De igual manera, se debe considerar el tiempo que los herbicidas permanecen activos, así como su filtración hacia las aguas subterráneas. Aplicados juiciosamente, los herbicidas son de indudable utilidad para el usuario o agricultor y si se usan correctamente son de alarma mínima para el medio ambiente.
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